Símbolo notable de la ciudad, la gran silla de Oirschot se originó a partir de la floreciente industria del mueble que floreció a mediados del siglo XIX, gracias a la revolución industrial. Durante este período, las máquinas se hicieron cargo de gran parte del trabajo manual, lo que permitió a los artesanos del campo reorientar sus habilidades hacia la fabricación de muebles. Uno de estos constructores de muebles, llamado Meeuwis, donó una gigantesca silla de madera a Oirschot en 1958 como muestra de agradecimiento. Esta impresionante silla es hasta la fecha la silla de madera más grande de Europa y sirve como una atracción turística icónica en Oirschot.
La silla está situada en un lugar destacado en el centro de Oirschot, a poca distancia de atracciones como el Basílica de San Pedro y el puente Stönner-Meijwaard. Para los visitantes que disfrutan paseando por la ciudad, una parada en esta colosal silla es una necesidad absoluta. Además, la silla está a solo cien metros de la animada plaza del mercado, rodeada de acogedoras terrazas y varios restaurantes. Oirschot en sí es conocido por su encanto pintoresco y es un lugar maravilloso para explorar y comprar.
¿Te gustaría ver el asiento grande en una E-Fatbike? Entonces reserva esta bicicleta urbana por un día y descubre esta hermosa zona de forma independiente.