El 15 de julio de 1996, un trágico acontecimiento quedó grabado en la historia de Eindhoven. Un avión Hércules de la Fuerza Aérea Belga se enredó en una bandada de pájaros durante el vuelo. Este fatídico encuentro provocó la avería de dos de los cuatro motores, lo que obligó a un aterrizaje de emergencia. Sin embargo, una serie de circunstancias desafortunadas y una falla fatal en la comunicación causaron un desastre. El avión se estrelló en el aeropuerto de Eindhoven, y 34 de los 41 ocupantes no sobrevivieron.

Un año después de esta tragedia, se inauguró un monumento en honor a quienes perdieron la vida. Este monumento, originalmente solo accesible a los familiares, consta de dos círculos cerrados, rodeados por 34 columnas conmemorativas y una cruz central de bronce, cada una de las cuales simboliza una víctima con una luz ardiente. Un camino, marcado por la hierba quemada donde se estrelló el avión, conduce a este monumento en movimiento en la Base Aérea de Eindhoven.

Un segundo monumento público, accesible a todos, se encuentra a lo largo del Dommel y tiene la forma de la letra H, la primera letra del avión estrellado. Este monumento, formado por tres placas metálicas con los nombres grabados de las víctimas, se encuentra entre el ayuntamiento y el museo van Abbe. Es un lugar de luto y recuerdo, donde las familias y los trabajadores humanitarios se reúnen para recordar y consolar.

¿Te gustaría conocer este lugar en una E-Fatbike? Entonces reserva esta bicicleta urbana por un día y descubre esta hermosa zona de forma independiente.